En extrañas circunstancias materia de investigación por parte de las autoridades tres personas fueron asesinadas en la vereda de las Liscas, zona rural de Ocaña.
Los occisos se desplazaban en una camioneta de color negro por una de las vías que comunica al casco urbano de Ocaña con ese punto de la zona rural y fueron atacados por sujetos desconocidos, según las autoridades, con armas de largo alcance luego que descendieron del automotor para entablar una conversación.
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Las víctimas fueron identificadas como Mauricio León, natural de Ocaña, Michell de Pablo, oriundo de Venezuela, y Orfelí Pineda.
El coronel Fabián Gutiérrez Ospina, comandante de la Policía en Norte de Santander, aseguró que en medio del reconocimiento de la zona por parte de los agentes, se encontró a un venezolano que acompañaba a las víctimas, por lo que se adelantaban las indagaciones correspondientes para esclarecer el hecho.
Extraoficialmente se conoció que uno de los hombres asesinados había sido citado al lugar para concretar un negocio.
Sin embargo, cuando conversaban con los desconocidos, surgió la orden de asesinarlos, por lo que corrieron, sin que los tres pudieran salvarse de los balazos.
En la escena del crimen fue hallada una camioneta de alta gama, Toyota Fortuner de placas colombianas, CYG-627 de Bogotá, y elementos de comunicaciones, reportaron las autoridades.
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El comando de Policía Norte de Santander activó un plan candado en la jurisdicción además y desplegó labores investigativas y de inteligencia, para capturar y judicializar a los autores de este múltiple homicidio.
Miembros de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía del departamento, adelantaron la inspección y el levantamiento de los cadáveres, a la espera de que sean plenamente identificados.
Por ahora, no se descarta cualquier hipótesis sobre el hecho de sangre que alertó nuevamente a las autoridades del departamento.
En Teorama, mujer herida en enfrentamientos a bala
De nuevo se alteró el orden público en la región del Catatumbo por enfrentamientos registrados entre las tropas de la Fuerza de Tarea Vulcano y al parecer subversivos del Eln en zona rural de Teorama.
La confrontación armada se registró en un punto equidistante entre las veredas Caño Seco y Piedras de Moler, jurisdicción del corregimiento de San Pablo.
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Una señora recibió un disparo con arma de fuego en el brazo y fue trasladada hacia la Unidad Básica de Atención del centro poblado. Los niños de la escuela Henry García Bohórquez anexa al Instituto Agrícola de la Región del Catatumbo vivieron momentos de pánico cuando una de las balas perforó el techo y cayó al salón.
Igualmente paredes y techos de varias viviendas resultaron afectadas durante la balacera.
“La situación es bastante crítica porque la comunidad está entre el fuego cruzado. Dicen moradores de la vereda Caño Seco que los niños de la escuela sufrieron crisis nerviosa, se escondían debajo de los pupitres, otros lloraban e incluso algunos se vomitaron. Entonces el daño sicológico es bastante grande”, lamentó el personero de esa población Evert de Jesús Pallares Baene.
Los campesinos de la región en reiteradas ocasiones han reclamado seguridad para poder permanecer en sus parcelas. De continuar la situación se advirtió que podría repetirse lo ocurrido en febrero de este año cuando se desplazaron unas 74 familias.
En ese entonces duraron 8 días lejos de sus fincas y retornaron de manera voluntaria.
