Una propuesta que ya empieza a dar mucho de qué hablar y a la que le espera un debate álgido en el Congreso de la República fue incluida a última hora en el nuevo proyecto de reforma política que esta semana alcanzó su primer debate en la Comisión Primera del Senado.

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Se trata del voto obligatorio, el cual se plantea impulsar de manera experimental durante dos periodos consecutivos, con el fin de “fortalecer la cultura ciudadana”.

“Se crea durante dos periodos constitucionales consecutivos, el voto obligatorio y el deber del Estado de garantizar gratuidad en el servicio público de transporte para la jornada electoral”, dice el texto del artículo que quedó incorporado en esta primera discusión.

  Uno de los que defendió la idea fue el senador de la Alianza Verde, Ariel Ávila, ponente del  acto legislativo, quien considera  que no tener un voto obligatorio en Colombia beneficia a las maquinarias que suelen acudir al constreñimiento para favorecerse electoralmente y “promueve la ignorancia política”.

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Ávila hizo énfasis en que el proyecto permite apelar a la objeción de conciencia y será transicional.

Sin embargo, algunos compañeros de su propio partido como la senadora Angélica Lozano, no están de acuerdo con esta iniciativa pues considera que, “la exclusión real y el marginamiento de millones de colombianos no se supera obligándoles a votar”.

Los otros puntos importantes de la reforma

El proyecto que deberá pasar ahora a la plenaria del Senado contempla, igualmente, el cierre de las listas de candidatos a corporaciones públicas como Congreso, Asambleas y Concejos, para evitar la compra y venta de votos, y hace obligatoria la paridad de género en la postulación de candidatos.

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“La lista cerrada en las democracias modernas tiene varios efectos y uno de ellos es que la financiación es estatal para los partidos y no para las personas. Además, permite que lleguen liderazgos que no tengan estructuras políticas y que los partidos que se asumen como de gobierno y ganan la elección, gobiernan”, defendió el senador Roy Barreras, coordinador ponente del proyecto.

La financiación exclusivamente estatal, la reducción de la edad para ser congresista, el transfuguismo político, la democratización interna de los partidos, límites a la reelección de congresistas, diputados y concejales, entre otros, son algunos de los aspectos más importantes que contempla la nueva reforma.

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