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Pamplona
Joven pamplonesa busca rescatar a los niños con biblioteca popular
Cuatro años cumplirá el proyecto que beneficia a una población marginada de Pamplona y es liderado por Tatiana Barajas Flórez.
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Celmira Figueroa
Celmira Figueroa
Categoría nota
Domingo, 5 de Marzo de 2023

Tatiana Barajas Flórez ha labrado un sendero mágico de letras a un puñado de niños que vive en una zona marginal de Pamplona. Ese oasis  de esparcimiento inició en una cancha del barrio El Progreso con actividades lúdicas y talleres de lectura, “los fines de semana, con mis libros”. 


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Su compromiso con darles un techo donde ubicar estantes y mesas lo veía lejano. Sin embargo, en 2019 solicitó en alquiler el puesto de salud que se encontraba en estado de abandono. Entre todos empezaron a recuperar paredes y darle el retoque necesario.

Solo voluntad y amor. Esos ingredientes avivaron a la joven estudiante de Comunicación Social a continuar urdiendo esfuerzos en ese espacio que en un abrir y cerrar de ojos se quedó pequeño para albergar a los estudiantes que acudían a hacer tareas y recibir orientación. La familia Mogollón fue la primera en aportar  los primeros 300 libros  y la casa Chirimoya cedió su legado.

Surgió, entonces, la necesidad de ampliar el espacio y gestionó el préstamo en comodato de las instalaciones de la escuela Alfonso López que cumplía siete años de abandono. La planta física hubo que recuperarla y poco a poco le fueron cambiando la cara hasta que se pudo hacer el trasteo. De eso hace dos años largos. Hoy reposan unos 2.500 libros en la Biblioteca Popular Sendero Mágico.


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Sin recursos del Estado se ha podido mantener y ampliar en servicios, según aclara la joven emprendedora, de origen campesino, víctima del desplazamiento forzado y que con sus garras busca que su historia no se repita. Es estricta y ante todo transparente.

En una sede más amplia, que tomó en comodato, no solo se asesoran tareas sino también se dictan talleres de arte. / Foto cortesía.

En estos cuatro años ha visto los frutos de su esfuerzo de la primera biblioteca popular de Norte de Santander.

Ha demostrado que se pueden alcanzar sueños administrando pobreza. Recibió la dotación para la sala de informática: computadores, internet, impresoras, todos los servicios gratuitos para los que acudan. También se abrió un salón de música y gestionó con ‘Jóvenes en movimiento’ para dotarla de instrumentos como tiples, guitarras, requinto, guacharacas y se crearon los ensambles de música tradicional campesina colombiana, la carranga, y el ensamble vocal.

Fueron seleccionados por el Ministerio de Educación para viajar a Villavicencio al encuentro nacional de jóvenes. Obtuvieron un alto puntaje debido al proceso transparente y cumplimiento de las metas en la escuela de música.


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En la biblioteca también se oferta el asesoramiento de tareas y tienen el semillero  ambiental con los niños “porque para nosotros es importante que conozcan y preserven el medio ambiente. Vamos al sendero ‘Las Tres Cruces’  a recoger basuras para enseñarles la importancia  de  no contaminarlos.En ese abanico de servicios está el club al barrio, además,  el espacio deportivo, las jornadas de lecturas, recreación literaria, talleres de arte. Cuenta con el apoyo de la organización internacional que aporta voluntarias para dictarles clases de inglés a los niños. 

En  2017, participó en la RedCOLSI, Fundación Red Colombiana de Semilleros de Investigación en Ocaña y Barranquilla, “logrando un alto puntaje con  la estructura compositiva musical y la estructura narrativa literaria, su similitudes a la hora de crear”. Y sobre las mujeres compositoras de Pamplona que la llevó a Bogotá.

En 2019 fue seleccionada, entre las 40 mujeres emprendedoras de Colombia e invitada al  encuentro ‘Mujeres transforman regiones’ que organizó la Universidad de Los Andes y la Fundación Movistar en donde tuvo la oportunidad de contar la experiencia que ha tenido con su emprendimiento: Biblioteca Popular Sendero Mágico, hoy cristalizado, hecho realidad, en un barrio vulnerable de Pamplona. Ella solo quiere con este proyecto “dar amor  y que los niños de mi barrio estén lejos de la violencia” y qué mejor  herramienta que la del conocimiento a través de la lectura, escritura, o abrazando un instrumento musical o aprendiendo a dibujar.


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Unos 100 ‘ratoncitos’ del sector  y migrantes venezolanos  han requerido los servicios de la Biblioteca Popular  en estos cuatro años, según calcula la Comunicadora Social, Tatiana Barajas, quien permanece firme con este emprendimiento que solo le brinda satisfacción del deber cumplido.
 
En esta hazaña la acompañan sus padres, algunos amigos, madrina y su pareja, porque no hay recursos para pagarle a voluntarios en este sendero mágico del conocimiento.

 
Una tarea interminable

 

Tatiana Barajas Flórez estudió la primaria en el colegio Emma Villegas de Gaitán en Bogotá. Regresó en 2003 a Pamplona donde inició el bachillerato en la Escuela El Escorial en Pamplona y se graduó en el Colegio Ágüeda Gallardo.

Se interesó por la lectura desde muy niña. Recuerda que su padre Eliécer Barjas Ruiz le contaba historias de sus vivencias en el campo, de sus épocas de pobreza, de bienestar. Y no solo las contaba sino que las dramatizaba, imitaba voces, las personificaba. Era un ritual en horas de la comida. Eso la marcó de manera positiva y quiso continuar alimentando la imaginación de otros niños por medio de la Biblioteca Popular Sendero Mágico, donde pudieran escudriñar, investigar, sin pagar un solo peso.

Un lugar donde todo  fluye, es espontáneo. La tarea no ha sido fácil. Como tampoco fue fácil culminar su carrera de Comunicación Social por la escasez de recursos. Carecía de los mínimos medios como un computador o al menos un celular. Se retiró en una ocasión y veía casi imposible alcanzar el título en la Universidad  de Pamplona.Hizo las pasantías en el programa PropazII de la alemana GIZ con sede en Cúcuta. El 19 de abril será la ceremonia de graduación.

Tiene muchas ambiciones como una maestría en Literatura Latinoamericana, conocer Alemania y aprender el idioma. Le gusta la música. Estuvo en un coro y  era mezzosoprano. Sin embargo, su norte inmediato es consolidar aún más esta tarea interminable.


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