Ante la falta de proyectos para mejorar las condiciones de los salones comunales, algunos barrios de la ciudad manifestaron su descontento con el estado de estos espacios.
Fue por esto, que en la comuna 9 de Cúcuta, presidentes de juntas en compañía de ediles decidieron hacer en abril del año pasado un diagnóstico para visibilizar las necesidades de tres salones comunales ubicados en Carora, Cundinamarca y Belén.
Asimismo, dentro del documento se agregó una propuesta del barrio Rudesindo Soto para adecuar una zona abandonada del sector y transformarla en un salón comunitario.
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Los líderes comentaron que a pesar de pedir apoyo a la administración municipal no se ha dado respuesta frente a esta situación.
“Esa fue nuestra carta de presentación, pero cada año nos dicen que ya están haciendo la formulación y nada, desde la Secretaría de Desarrollo publicaron un link para hacer la caracterización de los salones comunales, enviamos los datos y tampoco dieron respuesta”, dijo Edward Cárdenas Moncada, presidente de la junta de acción comunal de Carora.
El diagnóstico fue elaborado con la colaboración de abogados e ingenieros, donde se pudo identificar que los cuatro lugares requieren de dotación o remodelación.
Cárdenas aseguró que esta propuesta se hizo tomando como base la ley 1989 del 2019, donde se faculta al Alcalde para que destine un porcentaje de los recursos propios del municipio a los salones comunales.
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Dicha ley decretada por el Congreso de la República en el artículo dos señala: “podrá destinarse un rubro del recaudo del impuesto predial municipal o distrital para la construcción, mejoramiento y acondicionamiento de salones comunales, casetas comunales y demás equipamientos comunales”.
El líder también puntualizó que dentro del oficio se tuvo en cuenta el plan de desarrollo municipal donde se encuentran en la línea estratégica 1 y 6 componentes que mencionan la destinación de recursos para adecuar y dotar con equipamiento a los salones.
“Dentro del plan dan la cifra de más de 30 salones para intervenir en esta administración pero no han asignado recursos, o sea que no están cumpliendo las metas porque han pasado dos años y no se ha arreglado ni el primero”, aseveró Cárdenas.
Necesidades por barrios
En el informe se clasificó por cada barrio cuáles eran las necesidades que tenían, por ejemplo en el caso de Carora, aunque presenta buena infraestructura requiere acondicionamiento de escaleras para ingresar al segundo piso, cocina y dotación de elementos técnicos y tecnológicos.
En Cundinamarca y Belén, están los salones con mayor deterioro y malas condiciones físicas, los pisos, paredes, techos y baterías sanitarias están en pésimo estado.
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En el documento se puede apreciar que el espacio comunal de Cundinamarca actualmente sólo cuenta con un patio lleno de maleza, paredes sin pintura, sin puerta principal y el sistema eléctrico y de aguas no funciona.
Franyer David Hernández, edil de la comuna 9 y habitante de este barrio comentó que decidieron crear una campaña con la comunidad para restaurar el lugar, al ver que sus llamados a la Alcaldía de Cúcuta no se hicieron escuchar.
“No nos han ayudado, entonces empezamos desde el año pasado a llenar alcancías para obtener fondos y poder restaurar el lugar, el dinero reunido es para recuperar este espacio que lleva varios años abandonado”, dijo Hernández.
Un lugar para transformar
En cuánto a la propuesta del barrio Rudesindo Soto, la junta está solicitando a la alcaldía la asignación del predio donde está ubicada una escuela que lleva sin prestar el servicio hace 20 años.
“Ahora ese espacio lo están utilizando para el paradero de busetas y a parte de eso se ha convertido en un foco de inseguridad porque frecuentan personas consumiendo drogas” comentó Luis Claro Gómez, presidente de la junta.
El hombre mencionó que al adecuar este lugar le están brindando la posibilidad a las personas del barrio y sectores cercanos de tener un sitio digno en el que puedan hacer sus capacitaciones, reuniones, encuentros juveniles, de madres y adultos mayores.
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“Villa de la paz, La Divina Pastora, Arnulfo Briceño, El Reposo y Barrio Nuevo son algunos de los sectores que no cuentan con salón, la idea es que puedan también beneficiarse”, puntualizó.
La Opinión consultó con la Subsecretaría de Participación Comunitaria, donde respondieron que una de las metas para este año es intervenir los salones comunales de la ciudad, ya sea con dotación o temas de infraestructura. “Estamos diseñando la metodología de selección de los salones y haciendo un ejercicio de articulación con otras entidades porque queremos que sean espacios de aprovechamiento de la comunidad y donde se tenga permanentemente la oferta institucional”, aseguró Mauricio Fernando Aguas, jefe del despacho.
Con relación al diagnóstico hecho por la comuna 9, dijo que se tendrá en cuenta este oficio a la hora de establecer los criterios de manera objetiva para aquellos salones que se van a adecuar.
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