Con el firme propósito de prevenir emergencias frente a la ola invernal de los últimos días, la Oficina de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres coordina el dragado del río Tejo, que atraviesa la ciudad de Ocaña de sur a norte.
Entre las acciones desarrolladas se encuentra la limpieza en lugares como el 20 de Julio, Tejarito y La Modelo, con el objetivo de evitar inundaciones entre los ribereños en esta temporada de lluvias, principalmente.
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Conjuntamente con la secretaría de Vías, Infraestructura y Vivienda se ingresó una máquina al cauce del afluente para retirar la sedimentación acumulada.
En el sector del puente del barrio La Gloria, los socorristas han efectuado jornadas de limpieza para evitar represamiento de las aguas.
En lo corrido del presente año el municipio ha invertido la suma de mil 600 millones de pesos para atender la emergencia ocasionada por el invierno. Esa cifra está representada en el retiro de los deslizamientos de tierra sobre las vías terciarias, construcción de muros, infraestructura en las viviendas, habilitación de los corredores, ayudas humanitarias y dotación a los diferentes organismos de socorro.
Ante el aumento del caudal por las crecientes súbitas entregan recomendaciones a los habitantes asentados en las zonas de alto riesgo para que informen oportunamente cualquier eventualidad.
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No respetan la ronda del río
Un fenómeno bastante acentuado en el municipio de Ocaña es la invasión de la ronda de los ríos por parte de los constructores.
El secretario de Gobierno, Jaime Velásquez Salamanca, conjuntamente con el jefe de Planeación, José Mauricio Velásquez, verifican los parámetros establecidos para evitar afectaciones a la cuenca hidrográfica e imponer sanciones a los infractores.
“Se debe exigir los metros correspondientes, ya que están encañonando al río y cuando crece busca su cauce generando inundaciones aguas abajo”, manifestó Velásquez Salamanca.
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Además, se adelantan inspecciones ante el posible represamiento por la costumbre de lanzar escombros y desechos obstruyendo el lecho impidiendo el libre paso del río, agregó.
Los destechados en su afán de conseguir una vivienda se exponen al peligro edificando en las riberas de las afluentes sin medir las consecuencias.
Expertos en la materia recuerdan que en el año de 1985 se inundó el sector del Caracolí y los damnificados reubicados al frente de la cancha Marabel, sin embargo, con el pasar del tiempo esos terrenos fueron invadidos.
El ingeniero ambiental, Javier Leonardo Arévalo Uribe, asegura que ese fenómeno es cíclico, ya que 30 o 40 años, los ríos buscan su cauce natural y la fuerza de la naturaleza ocasiona grandes tragedias.
Asimismo, en los locales comerciales se inspecciona si cumplen con las normas mínimas de seguridad para que los consumidores y administrativos puedan ejercer sus actividades comerciales tranquilamente.
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Gustavo Paba, coordinador del área, indicó que es de gran importancia que la comunidad tenga en cuenta que todos tienen responsabilidad en la prevención de riesgos y también que se deben acatar todas las recomendaciones brindadas por las autoridades para actuar con precaución y autoprotección.
Desde la administración local se continúan ejecutando jornadas preventivas que le apunten a salvaguardar la integridad y seguridad de todos los ocañeros, en especial en esta ola invernal y la temporada decembrina que se avecina, recalca el funcionario.
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