Hace algunas semanas en Cúcuta se presentó un hecho dramático que conmocionó a toda la ciudad: un perro pitbull atacó a una mujer en un conjunto residencial de Prados del Este, dejándola gravemente herida, destacando que, como el animal se encontraba sin bozal, tuvo la fuerza suficiente para arrastrarla y morderla en varias partes del cuerpo.

Esta situación generó toda clase de comentarios, pues muchas personas aseguran que este tipo de razas son altamente peligrosas y no deberían estar conviviendo en zonas residenciales y mucho menos, sin bozal, mientras que, para otros, estos son seres sintientes capaces de convivir pacíficamente si son educados y socializados desde cachorros. 

Aunque La Opinión conoció que la dueña del canino respondió por todos los gastos médicos de la víctima, el Ministerio de Defensa a través del Decreto 380 del 16 de marzo de 2022,  reglamentó el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana en cuanto a caninos de manejo especial.

De acuerdo con la nueva norma, de ahora en adelante los propietarios de caninos considerados de manejo especial deberán contar con una póliza de responsabilidad civil extracontractual (cuyo objetivo principal es cubrir los daños y perjuicios que el asegurado cause en los bienes  o la salud de un tercero), la cual debe tomarse con una compañía de seguros legalmente autorizada para operar en el país. 

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“El seguro debe amparar la responsabilidad civil extracontractual del propietario o tenedor del canino, por los perjuicios patrimoniales y extra patrimoniales que cause a terceros, como consecuencia de la propiedad y/o tenencia de un canino de manejo especial, y que se concreten en lesión, muerte de personas o animales, o daños a los bienes de terceros”, señala el documento. 

Solo estarán exceptuados de esta medida, los caninos utilizados en la prestación del servicio de vigilancia privada mientras se encuentren en servicio, los cuales se regirán por la normatividad especial sobre la materia.
Explican que cuando el propietario del canino sea un menor de edad, el tomador del seguro deberá ser su representante legal. 

Álvaro Iván Quintero, médico veterinario y referente del Grupo de Vectores y Zoonosis de la Secretaría de Salud Municipal de Cúcuta, indicó que con estas nuevas reglas se llena un gran vacío que tenía la ley. 

“Anteriormente el tenedor del animal se hacía responsable mediante un documento que lo adquiría por intermedio de una notaría. Ahí se hacía responsable de todos los costos, pero ese era el vacío, porque la persona podía decir que se hacía responsable, pero que no tenía la capacidad económica para asumir los gastos”, detalló Quintero.

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El Ministerio de Defensa dejó en firme que, el valor asegurado de la póliza no podrá ser inferior a los 50 salarios mínimos legales mensuales vigentes por canino. 

“El valor asegurado de la póliza será la máxima responsabilidad del asegurador, que se puede agotar en uno o más eventos que ocurran durante la vigencia del seguro. El asegurado deberá mantener vigente la póliza durante la vida del ejemplar, sin perjuicio de que esta se expida anualmente”, indica el Decreto. 

Las compañías aseguradoras deberán permitir la adquisición de pólizas de responsabilidad civil extracontractual colectivas para aquellas entidades, fundaciones sin ánimo de lucro o albergues legalmente constituidos, destinados a la protección, custodia y cuidado de caninos en estado de maltrato, indefensión o abandono, que deseen adquirirla. Cuando el canino de manejo especial vaya a ser entregado en donación, deberá contar con la respectiva póliza de responsabilidad civil extracontractual.

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Microchip de identificación

Con el nuevo Decreto, los propietarios y/o tenedores de los caninos de manejo especial también deberán tener en cuenta que a los animales se les tendrá que implantar un microchip subcutáneo e hipoalergénico, el cual debe contener un código numérico único de identificación que estará constituido por el número DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) del departamento y municipio en donde nació el canino o fue implantado y cinco dígitos consecutivos asignados en el sitio donde fue implantado, todo por un veterinario con Matrícula Profesional y certificado vigente del Consejo Profesional de Medicina Veterinaria y de Zootecnia. 

Ese número de identificación que se le asigne al canino de manejo especial será el que el propietario entregará para la expedición del seguro y que sea incluido en la respectiva póliza. 

“Los centros veterinarios que lleven a cabo la implantación del microchip de identificación, deberán reportar ante la alcaldía distrital o municipal mensualmente, los datos de cada microchip implantado, para que las alcaldías puedan verificar que la información contenida en el mismo, corresponda con la información de la póliza reportada en el registro del canino de manejo especial. El reporte tendrá como mínimo los datos de identificación del microchip, el nombre del canino que lo porta, la raza, el propietario o tenedor”, agrega el documento. 

El referente del Grupo de Vectores y Zoonosis de la Secretaría de Salud Municipal de Cúcuta, manifestó que, adicional a todas estas nuevas reglas, los propietarios de caninos de manejo especial, deben tener en cuenta que estos cuenten con todas las vacunas, especialmente contra la rabia; que cuando salgan a lugares públicos porten el bozal como medida de prevención ante cualquier ataque y un collar resistente, para minimizar la fuerza del animal. 

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¿Qué pasó con el pitbull? 

El profesional explicó que, con respecto al pitbull que atacó a la mujer en Prados del Este, este fue llevado durante 10 días al grupo de Zoonosis, en donde un médico veterinario estuvo haciéndole seguimiento a sus comportamientos, para identificar si tenía o no síntomas de rabia. 

“La misionalidad que tiene el grupo de Zoonosis es la lucha contra la rabia, entonces nosotros hacemos ese seguimiento a los animales agresores. Si encontramos que un perro tiene rabia, se le aplica la eutanasia siguiendo los procesos de protección animal con un medicamento especial para una muerte indolora y luego hacemos la extracción del cerebro y lo enviamos al Ministerio de Salud donde hacen un estudio más profundo”, mencionó Quintero. 

En el caso del perro pitbull, se encontró que este no presentaba ninguna sintomatología anormal, por lo que el canino ya fue entregado a su propietaria. 

“La señora lo retira y le hacemos firmar un acta donde el animal lo entregamos vacunado y que si se llegan a presentar agresiones a futuro, ella se hace responsable del manejo de la situación y del cuidado del animal”, argumentó el funcionario.
Quintero sostuvo que, en la ciudad, desde hace 30 años no se presentan casos de rabia en animales, pues las administraciones municipales han estado desarrollando diferentes campañas de vacunación masiva contra esta enfermedad.

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“Las personas deben entender que nosotros vivimos en el ambiente del animal y no el animal en el ambiente nuestro. El perro es zonal, alfa, tienen un apego con su propietario, entonces los perros están en su casa y debemos respetar sus espacios”, enfatizó Quintero. 

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