La Fundación Saldarriaga Concha (FSC), destacada por su trabajo para mejorar la inclusión social y productiva de las personas con discapacidad y adultos mayores, junto con el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana, desarrolló el informe “La educación en Colombia para la población con discapacidad: realidades y retos”. 

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El objetivo era analizar el acceso a la educación de los estudiantes con discapacidad, utilizando datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y del Ministerio de Educación Nacional (MEN). 

“Si bien el país ha avanzado en cuanto al acceso de la población con discapacidad a la educación, tenemos como sociedad grandes retos que requieren de la articulación de diferentes sectores para lograr trayectorias educativas completas para todas las personas y una educación que garantice que nadie se quede atrás, porque una educación de calidad debe ser inclusiva”, dijo Lina María Aristizábal, líder de educación de la FSC. 

El informe señala que Norte de Santander, Vaupés y Huila son los departamentos de Colombia que menos tasa de cobertura tienen para los niños, niñas y jóvenes en condición de discapacidad en las instituciones educativas. 

Según el Censo de establecimientos educativos de educación formal (C600) para el periodo 2020, en total, 2’647.097 personas reportaron tener alguna dificultad severa en su vida diaria como ver de cerca, de lejos o alrededor y mover el cuerpo o caminar.

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De estos, 228.599 son niños y adolescentes entre los 5 y los 17 años; de los cuales, 6.629 están en Norte de Santander. 

El mismo C600 reveló que para el 2020, 151.603 niños y jóvenes estaban matriculados en los niveles educativos de preescolar, básica primaria y secundaria o media en el país, precisando que, aunque entre 2017 y 2019 el número de matriculados con discapacidad se incrementó, entre 2019 y 2020 decreció en 6.858. 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ENCV) 2020 del DANE, el 82,3% de las personas que refieren tener alguna dificultad reportan saber leer y escribir, mientras que en la población que no reporta dificultades, el 94,9% manifiestan tener dicha competencia (una diferencia de 13 puntos porcentuales).

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Panorama regional

Según la Secretaría de Educación Norte de Santander, en el departamento hay 1.581 estudiantes matriculados con discapacidad diagnosticada y 150 más en proceso de diagnóstico en edades comprendidas entre los 5 y 24 años distribuidos en preescolar (32), primaria (660), secundaria (672), educación media (206) y el programa Ser Humano de educación para adultos (13).

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Asimismo, detalló que el tipo de discapacidad de mayor prevalencia es la intelectual, con un 48%; seguida de la discapacidad psicosocial, con un 12%, dada por los casos de autismo que, aseguraron, vienen aumentando. 

Desde la Secretaría informaron que para garantizar la atención educativa de los estudiantes en condición de discapacidad, se implementó una ruta de atención, en las cuales se dan las directrices para que los establecimientos educativos aseguren el acceso, la permanencia, la calidad y la oportunidad, y lograr trayectorias educativas completas.

Para el acceso, explicaron que se tienen en cuenta los parámetros dados por el Decreto 1421 de 2017 que reglamenta, en el marco de la educación inclusiva, la atención educativa a la población con discapacidad.

En este sentido, la Secretaría de Educación de Norte de Santander brinda una oferta educativa de tipo general, domiciliaria, hospitalaria, y para adultos, cerca de su lugar de residencia y con sus pares de edad. 

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Para la permanencia, señalaron que se brinda apoyo en trasporte y alimentación escolar pertinente y, para cumplir con el parámetro de calidad, indicaron que se viene prestando asistencia técnica y pedagógica a los establecimientos educativos públicos y privados en lo relacionado en los ajustes en las diversas áreas de gestión escolar. 

“Se realiza contratación de personal de apoyo de 26 profesionales entre modelos lingüísticos, intérprete de lengua de señas colombiana, tiflólogos (orientan a las personas con discapacidad visual) y psicólogos, para dar los apoyos pedagógicos a los estudiantes de discapacidad auditiva y talentos excepcionales”, aseguraron. 

De igual forma, detallaron que contrataron 10 docentes de apoyo pedagógico, para acompañar a los maestros de aula que atienden niñas, niños, adolescentes, jóvenes y personas adultas con discapacidad, con el fin de fortalecer los procesos de inclusión y equidad. 

Así como también, asesorarlos en la valoración pedagógica de esta población, desde el respeto y el reconocimiento de la diversidad. 

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La secretaría manifestó que, aunque estas contrataciones se hacen con los recursos del Sistema General de Participaciones, que son los que la nación transfiere a las entidades territoriales, para la financiación de los servicios cuya competencia se les asigna, son insuficientes, pues, se requiere de más profesionales de apoyo en los colegios de la región, dadas las condiciones de acceso a las áreas rurales y que la población es muy dispersa.

Acceso a la educación superior

Según la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ENCV) 2020 del DANE, 17 de cada 100 personas con discapacidad alcanzan la educación superior (técnica, tecnológica, universitaria o posgrado), en comparación con 24 de cada 100 personas sin discapacidad que alcanzan dichos niveles.

El informe reveló que  de acuerdo con  el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES, 2020),Bogotá, Atlántico, Antioquia y Tolima son las cuatro entidades territoriales con mayor número de matriculados en educación superior, con más de 1.000 estudiantes en cada semestre. 

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Se encontró que la matrícula de estudiantes con discapacidad es similar en universidades oficiales y privadas: en 2020, 9.649 personas con discapacidad estaban matriculadas en educación oficial y 9.140 en privada.

Persisten varias problemáticas

La Secretaría de Educación de Norte de Santander explicó que dentro de las problemáticas que persisten se encuentran los procesos de diagnóstico lentos y la baja accesibilidad al sistema de salud para esta población. 

También, la dificultad para ejecutar las transiciones armónicas hacia la educación superior y técnica de los estudiantes en condición de discapacidad. 

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Indicaron, además, que falta personal calificado en inclusión de acuerdo con los perfiles establecidos por el MEN para el apoyo y acompañamiento en las instituciones educativas, así como herramientas tecnológicas, pedagógicas y didácticas para la atención educativa de esta población.

También, hace falta mayor información docente para la atención de este tipo de población en lo relacionado con metodologías, didácticas y diseño universal de aprendizaje y mayor compromiso de los padres y acudientes en el acompañamiento del proceso escolar.

Principales desafíos

• Fortalecer las políticas de educación inclusiva de manera que se reduzcan las brechas de acceso, permanencia y graduación de las personas con discapacidad, en los diferentes niveles educativos y se promuevan las trayectorias educativas completas para garantizar el derecho a la educación de todas las personas sin excepción.    
• Formar una comunidad docente cualificada e incrementar el personal de apoyo pedagógico, así como los recursos e infraestructuras educativas que permitan los aprendizajes y la participación de las personas con discapacidad en la comunidad educativa.
• Avanzar en la caracterización y el reporte de las personas con discapacidad en los sistemas de información nacional.
• Promover propuestas pedagógicas flexibles para la alfabetización de las personas con discapacidad, apoyadas en el uso de ayudas técnicas y tecnológicas.
• Generar e implementar propuestas de articulación entre los sectores de educación y salud.

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