La revocatoria quedó atrás, y aunque no llegó a ser sino una leve y pasajera brisa, lo cierto es que el alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez Rodríguez, debe centrarse en cumplir a cabalidad lo consignado en el Plan de Desarrollo.

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El gobernante municipal después de atravesar esta prueba, debe de entender que es indispensable aprovechar todas las horas y minutos de los 18 meses de mandato que le quedan por delante.

Son muchos los problemas de índole social, económico y de seguridad que golpean a la capital de Norte de Santander que el domingo pasado decidió darle una segunda oportunidad al mandatario local.

Por lo tanto, sin más demoras hay que empezar a sacar adelante los proyectos y programas planteados, invirtiendo los recursos con que cuenta la administración con eficiencia y eficacia, para llegar a las metas previstas y que los ciudadanos esperan.

Dos cuestiones relacionadas con la actividad ciudadana ordinaria siguen siendo de la mayor preocupación y sobre las que se esperan que haya soluciones reales en este mandato.

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Una se relaciona con el pésimo estado de la malla vial de la ciudad que en todos los barrios continúa siendo la principal queja de los ciudadanos y de la dirigencia comunal, porque esto afecta el buen vivir y la calidad del entorno en que se desempeñan los cucuteños.

En este segundo tiempo local que coincide con el inicio de un nuevo Gobierno Nacional, debería procurarse la búsqueda del respaldo de la Nación en la cofinanciación o búsqueda de recursos para una gigantesca operación de pavimentación y recuperación de las calles.

Y el otro aspecto que resulta esencial, es que la administración de Yáñez deje, al menos, en marcha el plan de transporte masivo que garantice una movilidad sostenible y segura.

A eso hay que meterle el acelerador a fondo para imprimirle la velocidad que exige esta complicación que afecta a los ciudadanos. Es una cuestión que no da espera como lo prueban las graves dificultades para que se movilicen las busetas, taxis, motos y el parque automotor particular.

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Otro asunto macro es el educativo en el aspecto de mejorar la infraestructura de los colegios y construir otros para que la cobertura sea realmente universalizada y también dar el paso en el aspecto de optimar la calidad y eliminar factores que trajo consigo la pandemia.

En el área del desempleo y la informalidad, aparte de las ferias y las convocatorias para la apertura de nuevas fuentes de trabajo, es realmente esencial que la Alcaldía  también avance prontamente en acciones para que haya una transformación en el modelo económico.

Aparte de ser ciudad comercial, es esencial un plan de industrialización y de mayor impulso al turismo, así como al sector servicios y a la innovación tecnológica, en los cuales puede incidir la administración local mostrando su disposición e implementando junto con el sector privado las estrategias que conduzcan hacia allá.

A los habitantes de Cúcuta, que han visto pasar muchas administraciones locales entre esperanzas y frustraciones, solo les resta esperar que no sea una quimera lo dicho por el alcalde el día en que la revocatoria en su contra no prosperó. 

Ese domingo 26 de junio de 2022, el Jairo Yáñez manifestó que a partir de este momento comienza una carrera  contrarreloj, “para que el próximo 1 de  enero de 2024 ustedes tengan la Cúcuta que les prometí: sin mentir, sin robar y  sin traicionar”.

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